A raíz de un foro en el que se hablaba del amor, me acordé del radioteatro (que antigüedad por Dios) que escucha con mi tía y abuela cuando niño en LU10 Radio Azul, El amor tiene casra de mujer.Como ven, el nombre me quedó gravado, de ahí el título de esta entrada.
En el foro referido comentaba que el amor no es en si mismo un sentimiento abstracto, sino que siempre que amamos tenemos presente un rostro, una imagen y que de uno, de una u otra forma esperamos del ser amado, una respuesta que contribuya a nuestra felicidad.
El que ama espera una recompensa, un complemento por parte del ser amado. Cuando vemos a un devoto manifestar el amor, por ejemplo a la Virgen, ese amor se manifiesta en oraciones, detrás de la cuales hay una súplica, se espera al menos, misericordia. Las hermanas de clausura ofrecen su amor al Señor mediante la oración, la que tiene el poder, la fuerza necesaria para mantener viva la Fe. Rezan para que el bien triunfe sobre el mal.
Los mortales cuando amamos siempre tenemos presente el rostro de un semejante. No es apropiado, aunque discutible, decir que amamos objetos, incluso animales de compañía, a los que se puede querer sobrecogedoramente, pero amar lo que se dice amar…..
Quizás podríamos hablar del amor primitivo que existe entre los animales de una misma especie, el que se manifiesta en la necesidad de la compañía, en la satisfacción del apetito sexual, el que no se satisface con cualquier miembro de la familia, sino con el escogido.
Creo que el amor es posible solo entre pares, entre hombres y mujeres, entre mujeres y entre hombres. El amor requiere de una atracción, buscar en el otro el complemento, compartir, crear, y todo ello se hace posible mediante la comunicación. La comunicación es el pivote sobre el que gira el amor.
¡Ay del amor si no sabemos comunicarnos!….. Y es …. ¡que mal nos comunicamos!....
La comunicación verbal y no verbal es una de las asignaturas pendientes de la humanidad. La escuela no está ni se le espera para mejorar ello.
Porque el amor tiene para mi rostro, es que me encanta el titulo de aquel radiotetratro; porque el mejor regalo que un hombre puede recibir, es la cara de amor de una mujer.
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