LA CHACRA DEL CONEJO VIVIRÁ POR SIEMPRE

Por un tiempo, he estado meditando mantener o cerrar el Blog.
Mas allá de mi sensación, con los amigos que comenté el tema, me intimaron a que no lo cierre.
Se que me costara compatibilizar mi nueva actividad con este blodg, pero también se que he adquirido un compromiso con cada uno de vosotros que me sigue, que he decidido continar con mis preceptos iniciales, que el blog sea un refflejo de mi estado de ánimo.
Precepcepto necesario y suficiente para estar en paz con todos vosotros.
Gracias, muchas gracias amigos mios.
Conejo.

RÍMINI, ITALIA

Rímini fue una confitería, con la acepción argentina del termino, que funcionó en la Galería Alsina, en Azul.
Esto suena a chino en España, galería, Alsina etc. Galería es un centro comercial, típico de los años 60, cerrado sin visibilidad al exterior, y Alsina un militar que fundó los cimientos de la nación argentina.
Resulta por aquello de la Cañera, que aun se trata de una incógnita, fuimos con Lily a la provincia de Rímini, en Italia, y mi alegría se dividía entre la importancia de visitar en Rímini a un posible fabricante de la Cañera, y el recuerdo de niño de aquella confitería que, desgraciadamente para sus dueños, fue un fracaso.

Esperemos que entre Rímini y la Cañera, hagamos de Rímini un lugar paradisiaco, un éxito, como creo lo es.

VIVO Y SEGUIRÉ DANDO GUERRA

Queridos amigos, la ausencia en la Chacra ha sido prolongada, y no tengo disculpas para justificar ante tantos amigos que me dicen: ¡ya no escribes en el Chacra!, ¿Qué te pasa?.


Pasar, lo que se dice pasar, pues en este último año han pasado muchas, muchísimas cosas, buenas y malas. Pero no es este el momento del relato. Poco a poco iréis comprendiendo mi ausencia. Mis altos y bajos, como en las buenas piezas musicales.

Ante todo, estoy bien, a pesar de la crisis, que en mi ha hecho estragos; pero nunca mejor dicho aquello que una crisis es un cambio, un periodo molesto que si se sabe aprovechar, puede que sea un mal necesario.
Si no fuera porque mi trabajo cayo a mínimos, no hubiese podido emprender un proyecto comercial que me ocupa todo el tiempo y lo más importante, me ilusiona.

Ya les presentaré a mi niña mimada, La Cañera, que si no fuera por el apoyo que tengo de Lily y Liliana, creo que jamás me hubiese atrevido con ella.

Ahí queda la incógnita de la Cañera, pero tranqui, ya habrá novedades, y si todo sale según lo programado, será nuestro nuevo modo de vida.