La elección en Argentina del
pasado 27 de septiembre ha dejado sensaciones diferentes en cada sector y sub
sector político. No creo que a pesar de haber ganado la Presidencia la “coalición
inviable”, Alberto Fernández y su equipo estén muy felices; los K Camporistas, aunque
furiosos por el resultado que consideran escaso, pueden sacar pecho porque su participación
fue decisiva en la victoria. También los macristas se ven felices, porque a
pesar de la derrota presidencial, observan con entusiasmo el Parlamento,
especialmente la cámara de Diputados Nacional y la Legislatura bonaerense. Yo
no me encuentro en ninguno de esos sectores, es más, si los hay, estoy con los
escépticos, con los que creemos que las libertades y garantías de aquí en más muestren
un jaque…. mate.
Me da la sensación que no estamos
considerando la jugada de fondo de CFK, (para lo cual necesariamente unifica el
peronismo tapándose la nariz), que no es otra que participar activamente del plan del Foro de Sao Pablo, del cual ya
estamos viviendo sus consecuencias en varios países de Latinoamérica. Pensar
que CFK se ha vuelto una paloma y Fernández un estadista, es no conocer a los
personajes; o, mejor dicho, haberse olvidado de sus hechos, dichos y
consecuencias.
China, Rusia, Iran, y los
satélites, Cuba, Venezuela, Herbolá y las Farc con el negocio de la droga, tiene
por objeto cooptar la región, están detrás de la instalación del comunismo y
sus negocios, mediante la reinvención del comunismo devenido en “capitalista”, especialmente
por parte del Partido Comunista Chino, el cual mantiene intacta su estirpe totalitaria
y sanguinaria del maoísmo con la cual sojuzga a quienes se les oponen (véase Hong
Kong). Aquella avanzada marxista que comenzara en los años 60 y fracasara en
los 70, con los EE.UU. como garantes de los gobiernos en la región, recobra
vida, aunque por el momento, los EE.UU. no parece mover ficha.
CFK es una parte sustancial del
proyecto del Foro de Sao Pablo, la Argentina es imprescindible para el éxito
del plan, y ella como buena jugadora de fondo, no se apurará en dar el paso
adelante, dejará que Fernández gobierne, que el pueblo en un primer momento se
entusiasme, que crea en el renacer de la “justicia social”, pero ello será efímero,
no hay chances que le vaya bien, Argentina esta quebrara, sin crédito y sin
moneda, es inviable, y ahí, zas, el gran golpe K. Solo me queda una duda, si
CFK es hoy tan macabra como se muestra, o ella es una rehén producto de sus
actividades delictivas pasadas. De cualquiera modo, ¡qué más da!
Posiblemente el 27 de septiembre
de 2019 hayamos asistido a la última elección libre en Argentina.