POR UNA NUEVA REPÚBLICA

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jueves, 30 de agosto de 2018

SIETE MEDIDAS MÍNIMAS ANTE LA CRISIS


Estas acciones están explicadas en diversos artículos de este Blog

1. Reducir el Gobierno nacional a un gabinete de crisis con ocho ministerios, solo se conservaría en sus cargos a los ministros Bullrich, Dietrich y Frigerio. Designar en la Jefatura de Gabinete a Rodríguez Larreta, con vínculo estrecho con el Congreso.
2. Dolarizar la economía, abandonando el bimonetrismo actual, para de ese modo lograr dos efectos: bajar de la tasa de interés y despejar el fantasma de la devaluación del Peso. Esta medida haría aparecer rápidamente todos los dólares de la economía formal e informal y así poner en marcha la producción con el fortalecimiento de la afluencia de capitales productivos.
3. Reducir a cero las retenciones a las exportaciones, y paralelamente eliminar los derechos de importación de aquellos bienes de capital y productos que sean necesarios para los sectores productivos.
4. Eliminar los impuestos a los Débitos y Créditos Bancarios, Ingresos Brutos y Renta Financiera, reemplazándolos por un aumento del IVA. Se estudiará aplicar un IVA diferencial para determinados productos.
5. Perfeccionar y aplicar la ley de “Convertibilidad Fiscal” votada en 1999, la que se elevará al rango de constitucional.
6. Permitir el pago de impuestos mediante Bonos de la Deuda reconociendo su valor nominal: esto produciría una baja impositiva indirecta, a la vez que permite rescatar la deuda.
7. Licenciar con percepción de su remuneración sin adicionales, a un millón de empleados del sector público y de empresas públicas por un año; a partir de esa fecha se acepta la renuncia de quienes ya consiguieron otro empleo y se indemniza o reincorpora al personal que se requiera.
8. Revisar toda las jubilaciones de los últimos ocho años, especialmente de las de invalidez.

lunes, 27 de agosto de 2018

EL ESCALOFRIANTE SANCHEZ


El 6 de junio escribía en este blog, que “el nuevo gobierno (España) de Pedro Sánchez demuestra una clara señal de mesura fiscal, de europeísta, de apuesta por la innovación, de prudencia ante la embestida separatista y lucha contra el terrorismo.” Pues debo decir con total humildad, que he pecado de cándido, de una ingenuidad inconcebible.
Sin temor a equivocare esta vez, diré y es mucho decir, que Sánchez hará bueno a ZP, y que, si el centro derecha no despierta rápido, este bandido ladino y mentiroso, hará un daño terrible a España. 
Según nos cuenta José María Carrascal, el plan de Sánchez consiste en: "Primero, alcanzar el poder por los medios que sean, la mentira especialmente. Luego, arruinar el país para que sus ciudadanos, convertidos en súbditos, dependan de la limosna estatal. Por último, acabar con las libertades, para que nadie se mueva".
Señor Sánchez, no queremos volver a las “dos Españas”, espero que su debilidad parlamentaria y su exeso de ambición lo estrelle contra la realidad.

sábado, 25 de agosto de 2018

ADELANTAR LAS ELECCIONES


No vote a Macri en primera vuelta; me revolvió las tripas la dictadura kirchnerista. Sí es cierto, me entusiasmé con Macri en sus primeros 100 días de gobierno; le creí, pensé que era diferente, y desde ahí viene mi decepción de hoy.
No vote a Macri precisamente porque vi en 2015 que no tenía mi programa ni equipo, solo slogan infantiles de campaña; se presento a las elecciones sin una plataforma electoral; aun hoy se puede ver en la web del PRO, que no tiene ni una Declaración de Principios, ni se sabe si tiene una Convención Partidaria en la que se hubiesen discutido ideas; puro humo amarillo y las Imágenes hasta hoy carismáticas de èl y Maria Eugenia Vidal. Ya la web nos nuestra que es un partido que tiende al personalismo, y eso es a lo que hoy estamos asistiendo, al fracaso de un Presidente personalista y caprichoso, fracaso corroborado por los indicadores que el mismo indicó se le juzgara.
Jamás he asistido a una dejación de propuestas semejante; he esperado en vano nos propongan alternativas novedosas, imaginativas, cambio de equipos o lo que sea pertinente ante una crisis de toda naturaleza como la actual; el gobierno se comporta como si nada fuese de su responsabilidad, ni por acciones pasadas (ya llevan 30 meses de gobierno) ni presentes, y esto ya raya la irresponsabilidad.
Lo mejor que puede hacer este gobierno es adelantar las elecciones, para marzo mejor que para abril; esto no es extraño, sino algo recurrente en la vida democrática argentina, producto del constante fracaso de todos los gobiernos, sin excepción. Adelantar elecciones no es garantía de nada, solo sirve para despejar las dudas que tiene el mercado y sociedad respecto al futuro de este país.
Adelantar las elecciones y su resultado, bien sea para que revalide este gobierno su autoridad, o para que otro se haga cargo del país, ello en si mismo es un alivio, ya que despeja la incógnita de quien guiará el destino de país, y cada uno de nosotros sabrá entonces, qué camino tomar en con secuencia. Lo que no puede ser es que nos tengan rehenes del futuro, de un futuro no solo incierto sino quizás vergonzoso.
Queda dicho, ELECCIONES YA!.

viernes, 24 de agosto de 2018

¿PODER O AUTORIDAD?


¡En su libro, “Argentina acosada!” (1967) César Cao Saravia en un pasaje nos habla del poder y la autoridad, algo que debiéramos tener siempre muy presente.

El poder es material, la autoridad es moral.
El poder se consigue, la autoridad se gana.
El poder se ostenta y detenta, la autoridad se siente y se ejerce.
El poder actúa por temor, la autoridad se ejerce con amor;
El poder es ‘envase’ sin contenido, la autoridad es contenido que no necesita ‘envase’.
El poder se vale del egoísmo, interés, incapacidad, fraude y fuerza, la autoridad se fortalece con la bondad, el desinterés, la capacidad y el sacrificio.
El poder se impone con la presión, la autoridad persuade con la razón.
El poder tiene límites materiales, la autoridad tiene límites morales.
El poder es carcelero, la autoridad es guardiana.
El poder da privilegio a los pocos y sacrificio a los muchos, la autoridad da bienestar a los muchos y solamente limita unos pocos.
El poder se soporta y aguanta, la autoridad se comprende y acepta.
El poder destruye porque puede, la autoridad construye porque debe.
El poder es ley sin derecho, la autoridad da derechos que asegura la ley.
El poder reina con la fuerza y la injusticia, la autoridad gobierna con la razón y la justicia;
La autoridad se asienta en la responsabilidad y ejerce el poder, el poder se asienta en la fuerza y se disfraza de autoridad.
Los héroes y los sabios no tienen poder, tienen autoridad;
El poder embriaga, la autoridad consagra;
Si el poder manda y ordena y la autoridad orienta y dirige, los pueblos encontrarán su seguridad y bienestar en los hombres con autoridad y no con poder.

viernes, 10 de agosto de 2018

CARTA AL PRESIDENTE MACRI


Señor Presidente de la
República Argentina
Ingeniero Mauricio Macri                                                                                            



Quiero puntualizarle desde mi lugar de ciudadano informado, que no puedo dejar de asociar la crítica situación que vive nuestro país, con la ocurrida por ejemplo en Grecia.

A Grecia la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo tuvo que rescatarla como Nación, a diferencia de lo ocurrido en otros países, que solo se rescató la banca. Los motivos por los cuales se aportaran Trescientos mil millones de Euros, respondió a factores geopolíticos; Grecia es parte de la frontera sur de Europa, y por ello no podía quedar fuera de la Zona Euro, a merced del populismo neo marxista y del islamismo.

América ya tiene a Cuba y Venezuela, y si no se rescata como país a la Argentina (el acuerdo con el FMI no alcanza), la frontera sur puede quedar antes o después, en manos de un régimen de estirpe “chavista”.

¿Por qué podría tener lugar ese escenario?. Ha quedado patente en la colocación de deuda del día martes 11, renovación de Letes y emisión de un nuevo bono con seguro de cambio (“sale o sale”), que no fue exitosa, ¿Por qué?, el vencimiento excede su mandato. A partir de aquí la renovación de letras será cada vez más complicada, y el cerco se cerrara no por el lado del ajuste fiscal, sino por la falta de financiamiento. Y en esa instancia ¿Qué hará Usted? ¿Se podrá sostener su gobierno?.

Considero que es el momento oportuno, Señor Presidente, para reunirse con su par de los EE UU y decidan rescatar a la Argentina, llevando a cabo lo que ocurre de facto: la dolarización de la economía, adoptando ésta moneda como signo monetario Argentino. El precio de esta operación es de unos Ciento vente mil millones de Dólares. El costo geopolítico de no rescatar a la Argentina es incalculable.

Señor Presidente, desde el Sector Público no podemos seguir malgastando Dólares prestados para pagar cuentas en Pesos. Por el lado del sector privado, sabemos que tiene millones de Dólares a buen resguardo, pero sus balances en Pesos desechos; mientras las quiebras acechan, en ningún caso los empresarios cambiaran sus Dólares por Pesos para salir de la bancarrota produciendo. Eso lo estamos viendo desde el inicio de su gestión.

Despeje Usted la duda sobre el desprecio del Peso y los Dólares aparecerán. Capacidad para crear riqueza nos sobra, mercados tenemos, solo falta un gran detalle: fe en el valor de la monedad; ya lo decía Lenin: la mejor manera de destruir un sistema capitalista es corromper su moneda. Rompa Usted con esa lacra que lleva más de 50 años asolando el país. Nadie se opondrá a transar internamente con el Dólar como moneda; sabido es que cualquier argentino tiene en todos sus actos económicos el Dólar como referencia, ¿para qué querer continuar sosteniendo una moneda que nadie quiere?.

En horas cruciales, estas lo son, los Estadistas se diferencian de los Gobernantes porque tienden a la utopía, y hacen de la Política el “Arte de lo imposible”; inténtelo Señor Presidente, solo una apuesta radicalmente diferente a todo lo actuado podrá sacarnos de este marasmo social.

13 de julio de 2018

Carlos Vazquez Diéguez
DNI 11.170.808

domingo, 5 de agosto de 2018

LA OLIGARQUIA POPULISTA

El articulo fue publicado en octubre de 2014

El progreso de los países se sostiene sobre cuatro pilares: 1) División de los poderes, 2) defensa de las libertades individuales y propiedad privada, 3) expansión de la educación y 4) desarrollo tecnológico.
¿Qué está pasando en nuestro país que hoy se encuentra en el puesto 49 (sobre 188) en el Índice de Desarrollo Humano; puesto 59 (sobre 65) en educación (informe Pisa), 104 (sobre 144) en el Índice Global de Competitividad,  137 (sobre 144) en Calidad Institucional, 67 (sobre 144) en salud y educación primaria, 141 (sobre 144) en Eficiencia del mercado, 82 (sobre 144) en Disposición Tecnológica, etc. según informe del Word Economic Forum.


La respuesta es simple, unos más que otros, todos los pilares cojean y la república acelera su decadencia por la mala calidad de sus instituciones políticas. Esto no es un hecho nuevo ni circunstancial, deviene desde el inicio mismo de nuestra vida como nación independiente. La Argentina que imaginaron los mentores de la Constitución liberal de 1853/60 constituyó  una aspiración de deseo de pocas personas, y salvo honrosas excepciones, la Carta Magna fue sistemáticamente violentada por la casta gobernante. El comportamiento de esta casta, es aquello que el sociólogo alemán Robert Michels, describió como la ley de hierro de la oligarquía, en las cuales las formas oligárquicas son consustanciales a toda organización, bien sea autocrática o incluso democrática; siempre el líder buscará aumentar su poder, incluso olvidando sus orígenes y principios, cueste lo que cueste, respondiendo a una lógica aplastante: nadie se resigna a perder, incluso compartir el poder.

En nuestra nación, la oligarquía gobernante bajo el paraguas de la democracia y el poder que le confiere la mayoría, dentro de un sistema presidencialista como el nuestro que “invita” al absolutismo (devenida de nuestros antecedente pre constitucionales y coloniales), ha ido creciendo en la suma del poder, y encerrándose en su círculo vicioso, arremetió contra el hombre libre y fomentó la aparición de entes pusilánimes que obedecen y satisfacen el ego del burócrata.

El temor de la oligarquía gobernante al progreso de la sociedad civil es evidente, ya que si ello ocurre  en muy probable que la oligarquía pierda sus privilegios económicos y políticos, y es de tal magnitud ese temor que no cesan de aplican políticas públicas que tiendan a anular la creatividad individual y el progreso social. Así la oligarquía gubernamental no ahorra esfuerzos en aplicar todo tipo de regulaciones, transferencias y reasignación de recursos interviniendo y subvirtiendo las reglas de la sociología y la economía, llegando incluso en la última fase del ciclo, a meter miedo en la sociedad (nosotros o el caos) y contar con un estado policial que arremeta contra los particulares que se “salen del modelo”. En la argentina, la oligarquía populista gubernamental de origen democrático está presente al menos desde el año 1928, llevándola a su esplendor el peronismo en sus múltiples variantes. (Ver la Democracia Peronista).

No hay mejor condición para una oligarquía populista que tener un pueblo inculto, desinformado, encorsetado en su libertad para ejercer actividades económicas y privadas del acceso a la tecnología y el mercado global. Cuando esas condiciones se cumplen,  es el Estado quien finalmente se apodera de las instituciones económicas, y dado que la oligarquía tiene la necesidad de crear la riqueza necesaria para sostener el sistema (modelo), asfixiará al pueblo con impuestos al tiempo que intervendrá en todo el sistema de producción. Es posible que inicialmente logren un rápido crecimiento apoyado en sectores específicos y empresarios “amigos” de la oligarquía, lo cual llevará a muchos ingenuos a pensar en la bondad del funcionamiento de la economía planificada. Lo que desconocen quienes así piensan, es que el crecimiento económico propiciado por el Estado es insostenible, producto del dirigismo, la falta de incentivos y la asignación burocrática de recursos en forma arbitraria, tal como ocurriera con el arremetedor crecimiento de la URRS entre los años 1920 y 1970 y su posterior desplome.
En una economía planificada, mientras la clase media se empobrece, los pobres mal viven de los subsidios (dadivas), y las estadísticas socioeconómicas arbitrarias lo confunden todo, la riqueza queda en manos de la oligarquía gubernamental y sus amigos, lo cual da lugar a tensiones internas dentro del esquema de poder, llegando a subvertir el proceso de selección de representantes con el objeto de “dividir para seguir reinando”.

En esta etapa se encuentra hoy la argentina, destrozada como república, intervenida como nación, con una oligarquía gubernamental enriquecida y sin escrúpulos que pretende continuar mandando aun fuera del poder, con un pueblo cada día más lejos del acceso a la educación de calidad, a la libertad individual y a su determinación como Ser humano. Si consideramos que en la última elección el 70% de los votos fueron peronistas, mucho habrá que cambiar para que la oligarquía peronista sucumba y se creen las condiciones necesarias para que florezca una nueva forma de relación entre gobernantes y gobernados.

UTOPIAS

  Ninguna nación salió de las consecuencias de una catástrofe sin la asistencia internacional. En 2008 la crisis bancaria en USA llevo a la ...