El mundo está cambiando desde su creación, ¡y enhorabuena que así sea!. A pesar de que nos quejamos de esto y lo otro que ocurre en nuestras vidas, nunca el ser humano ha vivido mejor que ahora; y …¿mañana podremos aseverar lo mismo?.
En el pasado lejano y no tanto, la esclavitud inducida por la inmovilidad a la que estaba sometido el hombre por su desconocimiento, la escasez de recursos de todo tipo y una visión tan corta del mundo cercano, hicieron de nuestros antepasados personas primitivas, sin porvenir, a las que solo les movía la necesidad de la subsistencia. Sin embargo fue el hombre, él mismo hombre primitivo el que haciendo uso de su ingenio antropológico promovió genialidades como la industria, el comercio, las artes y la ciencia, las que en una suerte de retroalimentación abrieron la ventana de la libertad y a partir de ahí, el nuevo hombre no paro de volar y así seguimos.
Pero el mundo no es uno, Oriente y Occidente conforman dos entidades de un mismo cuerpo. En el origen de la civilización las religiones Católica e Islámica marcaron una brecha que jamás se cerrará; al contrario, se ensanchara, irá y vendrá, pero nunca se saneará.
La cultura global que nuestros nietos occidentales van a heredar será muy distinta de lo que es hoy en día. Simplemente por una cuestión demográfica, la forma de vida, las prácticas culturales que heredamos de Grecia, Roma y el Catolicismo, pilares de nuestra forma de vida se verán sometidas.
La república, la independencia entre Estado y Religión, la Justicia, las Artes y la Ciencia y hasta lo más banal que hoy nos ocurre deriva del mismo tronco Occidental y Cristiano.
Sin embargo, mientras los lideres de occidente se preocupan por el cambio climático, que posiblemente no sea tal, yo les interrogo, ¿y que hay de la cultura occidental y cristiana, en definitiva de nuestro estilo de vida que sí sabe a ciencia cierta está en jaqueado por el islamismo?.
Antes cercenaran nuestra vida otras prácticas ajenas a nuestra forma de ser, a que sea la desertización de la tierra la causa de la extinción de nuestra raza.
Miren el video que les dejo y luego reflexionemos sobre lo que aquí he escrito.
En el pasado lejano y no tanto, la esclavitud inducida por la inmovilidad a la que estaba sometido el hombre por su desconocimiento, la escasez de recursos de todo tipo y una visión tan corta del mundo cercano, hicieron de nuestros antepasados personas primitivas, sin porvenir, a las que solo les movía la necesidad de la subsistencia. Sin embargo fue el hombre, él mismo hombre primitivo el que haciendo uso de su ingenio antropológico promovió genialidades como la industria, el comercio, las artes y la ciencia, las que en una suerte de retroalimentación abrieron la ventana de la libertad y a partir de ahí, el nuevo hombre no paro de volar y así seguimos.
Pero el mundo no es uno, Oriente y Occidente conforman dos entidades de un mismo cuerpo. En el origen de la civilización las religiones Católica e Islámica marcaron una brecha que jamás se cerrará; al contrario, se ensanchara, irá y vendrá, pero nunca se saneará.
La cultura global que nuestros nietos occidentales van a heredar será muy distinta de lo que es hoy en día. Simplemente por una cuestión demográfica, la forma de vida, las prácticas culturales que heredamos de Grecia, Roma y el Catolicismo, pilares de nuestra forma de vida se verán sometidas.
La república, la independencia entre Estado y Religión, la Justicia, las Artes y la Ciencia y hasta lo más banal que hoy nos ocurre deriva del mismo tronco Occidental y Cristiano.
Sin embargo, mientras los lideres de occidente se preocupan por el cambio climático, que posiblemente no sea tal, yo les interrogo, ¿y que hay de la cultura occidental y cristiana, en definitiva de nuestro estilo de vida que sí sabe a ciencia cierta está en jaqueado por el islamismo?.
Antes cercenaran nuestra vida otras prácticas ajenas a nuestra forma de ser, a que sea la desertización de la tierra la causa de la extinción de nuestra raza.
Miren el video que les dejo y luego reflexionemos sobre lo que aquí he escrito.
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