YO, DISTRAIDO

Considero que el colectivo de los distraídos y "despistados" consuetudinarios en mucho mayor de lo que algunos creen. Yo me incluyo en ese colectivo, y no lo digo con orgullo, sino como una constatación de la realidad. Soy consiente de que ser distraído no trae ningún beneficio y sí muchos dolores de cabeza y trabajo inútil.
He preguntado a un amigo que sabe de esas "cosas" que nos pasan a los humanos, si realmente ser distraído es una calamidad, y si a pesar de ser consiente de ello y de querer cambiar, erre que erre, uno continua distrayéndose….¿que está pasando?.
Mi amigo me ha dicho que "el ser consiente de ello es el mejor reconocimiento de que uno aun tiene vocación de cambio, y mientras se trabaje esa faceta, es susceptible que se pueda mejorar, aunque nunca por completo" y remata, "si aun esforzándote, lo cual ya de por sí es para tí y solo para tí un reconocimiento de tu entrega y valor, no estas conforme con tu logro, aceptare tal y como eres, que al final de cuentas, eres tu quien debe quererse y valorar tu trabajo".
Me gustó la respuesta, me lo ponía fácil, yo intento, y si algo mejoro ¡enhorabuena!. Y en eso estoy. Pero al revisar los hechos pasados, algo me dice: ¡ojo! que en cuanto te relajas……. vuelves a lo que eras. Al final, esto de la "cabeza "es como lo de los kilos que pesan en el cuerpo, se adhieren como pulpos y no los sueltas ni con pólvora.
Al final de la charla y luego de referirme a como me ven los demás, apostillo: "Carlos, lo importante es que te veas bien tú, tal y como eres, y que los demás te vean como quieran verte. Al final de cuentas tú es quien tienes que verte bien, y quien así no te vea, es que no te quiere como a ti te gustaría que te quiera".
Hasta la próxima entrega, que será el comienzo de una serie de episodios relativos a mi vida y que quiero compartir con los amigos de la chacra del Conejo.