MI CABEZA, MI VIDA, MI LOCURA

Quiero que mis amigos sepáis que ahora paso largos tiempos en mi casa; el trabajo se acabó, y la plata escasea. Aun así estoy trabajando en un proyecto que por momentos me ilusiona, y en otros, me retrotrae a tiempos pasados en donde el idealismo pudo con la realidad.
Pero aun así, mi cabeza razona, investiga, busca, crea, trasmite, y por sobre todo, se mantiene operativa, cuerda. Pero paralelamente estoy tan escaso de axiomas que recurro al mas puro racionalismo para seguir creando, y eso no siempre es bueno.
En el racionalismo critico el conocimiento científico consiste en aprender de nuestros errores y examinarlos, pero ¿hasta cuando? ¿hasta donde?.
Como bien define Carl Popper, la ciencia comienza con teorías, prejuicios, supersticiones y mitos o más bien, comienza cuando el mito es objeto de desafío. Su tesis sostiene que no se empieza por observaciones sino, siempre a partir de problemas, a partir de una teoría que ha pasado por serias dificultades, es decir, una teoría que ha creado y decepcionado determinadas expectativas.
Hoy yo estoy ahí, justo en la tesis de Popper; en la dificultad, en la decepción por las expectativas no cumplidas; en la soledad de mi cuarto, en mis paranoias.
Pero también se que tengo ante mi la responsabilidad irrenunciable de vivir mi vida, y procurar hacer fácil la de mis hijas, así como la de todos los que me quieren y ayudan, cada uno con su estilo, su forma de ser; cada uno con lo que sabe y puede.
Ahí esta Lily, Liliana, Paz, Carla, Blanca, Guari, Gustavo, Carlitos y Delmi y mas que son. Y a ellos, a los confiaron en mi y aun confían, a ellos me debo.
Es por todos vosotros, los que he mencionado y más que me queréis, por mis convicciones, valores y sueños, que a pesar de la debilidad de mi carácter y poco rigor, estoy empeñado en demostrar, en primer lugar a mi, y luego a vosotros, de que mis cabeza aun conserva un halo de coherencia y que encontrará ese lugar en el mundo que perdió, voluntariamente, hace 20 años. El problema reside en que ello solo sea suficiente. No lo sé, el tiempo lo dirá.