Resulta aberrante el manejo prevaricador de las palabras por
parte de los administradores de lo público. Con motivo de la colocación de
deuda por parte de YPF, su CEO manifestó que la operación fue un “éxito”. Veamos ese “éxito”.
La colocación fue de 1.500 millones de pesos argentinos,
unos 250 millones de Dólares. Si recordamos que el Plan de Expansión presentado
por Galuccio, requiere de 37.000 millones de dólares hasta el año
2017, la cantidad es insignificante. La tasa de interés de la colocación varió,
según los plazos, entre el 16 y 18%.
Analicemos el “éxito”
de Galuccio:
a)
La tasa de colocación, desde el punto de vista
interno, considerando una tasa de inflación del 25% puede que sea un “éxito”,
pero si valoramos que la competencia de YPF se endeuda a tasas del 5 al 8 %, es un FRACASO. La pérdida de competitividad
por ese lado es mayúscula.
b)La colocación se realizó íntegramente, lo cual
es un “éxito”, pero cuando nos dicen quien fue el que suscribió la mayor parte,
el FRACASO está patente: la ANSES.
c)Por lo tanto, el gobierno a través de YPF arruina
al ANSES ofreciendo ésta dinero a tasas negativas, con lo cual todos los
argentinos perdemos; y a su vez, la empresa YPF se endeuda a tasas
internacionalmente carísimas y por un monto irrisorio.
CONCLUSIÓN: cada día un poco menos de energía
para el funcionamiento del país, y un poco más empobrecida la caja de jubilación. Esto sí que es un “éxito”!, Miguel Galuccio.
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