LOS DIA DE LINA

Lina está por estos días, como muchas madres, aun ajustando su vida al ajetreo que implica el cole de sus hijos. Esta mañana, una vez que Linda su vecina y madre de un niño, ha recogido a Laura y Guille para dejarlos en el colegio, Lina apurando el último sorbo de su café coge un periódico que encontró abandonado en una silla de la cocina, y sale de casa rumbo a la estación del Metro. En el viaje, ojeando el vetusto periódico, se detiene en una noticia que versa sobre una nueva andanza en la vida “amorosa” del premier Italiano, Don Silvio. “La mujer es el mejor regalo de Dios al hombre”, es el titular, al que acompaña una foto con la ministra Salgado y Chacón, bajo la atenta mirada de ZP.
Continua la lectura y advierte que hubo en esa visita del gobierno español mas cosas afirmadas por Don Silvio, que poco a poco carcomían el estomago de Lina, “nunca he pagado por sexo. Amo conquistar”, es la confección cumbre de la cumbre entre el Don Silvio y ZP.
Lina, que comienza la mañana cansada por todo lo que ha hecho desde que saltó de la cama, lee en el mismo diario lo mal que va España, la próxima subida de impuestos, el crecimiento del paro etc, etc. e indignada piensa y se dice a sí misma, ¡vasta! ¡vasta! ¡se acabó! Lo siento por el diariero, pero no más periódicos en mi casa. Sabe que su actividad le obliga a estar informada, pero eso queda para el mundo del trabajo. Recoge sus gafas y deja el diario en el asiento, y se dispone a salir del vagón, último paso antes de afrontar una larga jornada de trabajo fuera de casa.
Mientras camina los escasos metros que separan la boca del metro de su oficina, ya mas relajada reflexiona y se dice a si misma, Lina no mates al mensajero, la culpable no es la prensa, sino los políticos, a los que estas condenada no solo a pagar impuestos y aguantar sus desvaríos, sino que por si fuera poco, al menos en Italia, dejar que también te follen. Eso sí, por amor.

Leer episodio anterior