Todos sabéis que cuando niño, alguien que no recuerdo quien fue, me apodó Conejo. Debo decir que en aquellos años no me gustaba nada que así me llamaran; me parecía despectivo, humillante y todo por culpa de mis dientes y orejas sobresalidas.
Pero al poco tiempo me fui acostumbrando, hasta que me llegó a gustar y tanto, que se extendió el apodo entre mi gente y me encantaba que así me llamaran. Hasta hubo un etapa de la vida en que me presentaba como Conejo…..
Hubo otros motes que no prosperaron: Pichaco, El descoordinado; Mr Hey, Nutria, y alguno más. Pero hoy, si, si hoy, me han llamado ¡mueble!, si, si mueble y he tenido la misma sensación de hace 40 años cuando por primera vez me llamaron Conejo, me pareció despectivo y humillante, con una gran diferencia, que ya no soy un niño, aunque a algunos le parezca. Les juro que nunca nadie me volverá a llamar mueble, no lo permitiré.
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Ja,ja, ¡que bueno!, un mueble. Te han llamado así porque eres útil y estas hecho de una muy buena madera. Animo compañero.
ResponderEliminarSi eres un mueble, eres el preferido de mi casa.
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