MUNDO YOGA (I)

Desde que descubrí las tremendas ventajas del saber respirar, cada día agradezco más a mi primer profesor de yoga que me inició sabiamente, en esta costumbre humana de “vivir respirando”. Básicamente el yoga se compromete con tres elementos básicos de nuestra existencia: la respiración, la relajación y las posturas. En una serie de publicaciones iré reflejando aquellos aspectos que mas he destacado de la lectura semanal de la revista YOGA journal, los que me sirvieran a mi para tener presente los aspectos mas importantes del mundo yoga, y para los incrédulos, la posibilidad de iniciarse en una practica fascinante.

Meditación. Dejar volar la mente
….”Cuando empiezas a contemplar un pensamiento, pierdes contacto con lo que está ocurriendo ahora y aquí, e imaginas todo tipo de fantasías, juicios, recuerdos y otros escenarios que quizás no tengan nada que ver con la realidad del presente. Y cuanto más te dejes atrapar por este vagabundear mental, más fácil te resultará alejarte del momento presente. La finalidad de la meditación es romper lenta y gradualmente este hábito, y permanecer en un estado de conciencia presente, abierta a todas las posibilidades del momento presente”.
“No te critiques ni te condenes cuando descubras que corres detrás de tus pensamientos. El hecho de que te reconozcas reviviendo un acontecimiento del pasado o proyectándote en el futuro es suficiente para traerte de vuelta al momento presente y fortalecer la intención de meditar. Tu intención de descansar la mente es la clave.”
…”También es importante proceder lentamente, durante periodos muy cortos varias veces al día. De lo contrario, decía corres el riesgo de aburrirte o decepcionarte con tu progreso, y llegará un momento en que lo dejes de lado. Así que cuando empieces por primera vez, no te pongas una meta demasiado alta, por ejemplo, meditar durante 20 minutos. Piensa en meditar un minuto o dos, empleando esos pocos ratos en los que deseas o te apetece descansar del ajetreo diario para observar tu mente, en vez de conducirla por los anhelos y desvelos diarios. Si practicas así, poquito a poco, te liberarás gradualmente de las limitaciones mentales y emocionales que son la raíz del cansancio, desacuerdo, enfado, desesperanza, y descubrirás dentro de ti una fuente ilimitada de claridad, sabiduría, diligencia, paz y compasión”.