LOS DOCUMENTALES

Los documentales constituyen uno de los géneros cinematográficos más útiles para abrevar el conocimiento. Por definición los documentales representan, con carácter informativo o didáctico, hechos, escenas, experimentos, etc., tomados de la realidad, y por lo tanto, se presentan sin manipulaciones. Otra cosa es la ciencia ficción que siempre pone por parte de su creador, los ingredientes que considera oportuno para el logro de sus fines.

El problema radica cuando el poder audiovisual se pone al servicio de fines diabólicos, presentando con astucia e ingenio como documentales, obras que según sus autores son fruto de la investigación, cuando en realidad proyectan espurias manipulaciones mas propias del género de la ciencia ficción que de la investigación. Así en los últimos tiempos hemos visto cortos televisivos que dicen narrar hechos históricos o acontecimientos relacionados con la actividad del hombre. Al Gore ha presentado en una gira mundial un “documental” sobre el cambio climático y sus fatales consecuencias, y recientemente la televisión emitió un “documental” sobre la tumba de Jesucristo dirigido por james Cameron.

En ambos casos las similitudes son perfectas, tratan temas que sin duda calan en la sociedad, y presentan hechos y situaciones que dicen ser reales, cuando en rigor de verdad son proyecciones hijas del PhotoShop y las técnicas de manipulación de imágenes por ordenador mas avanzadas, las que dan viso de realidad a falsedades manifiestas. Así los propagandistas del laicismo y la progresía socialista alteran fechas, nombres y circunstancias las que al ser enlatadas en un entorno audiovisual impactante, hacen que el “ciudadano telespectador” se quede con la imagen de lo anecdótico y suprima lo importante. Ante ese “totum revolution” se logra el fin perseguido que no es otro que engañar sin ser descubierto.