Pamplona no es ni mucho menos una ciudad tecnológicamente puntera, aunque tiene tintes que le acercan a la modernidad. Lógicamente al igual que ocurre en toda Europa, aquí lo que tiene relevancia es la historia y las tradiciones.
Una de esas pinceladas de tecnología la encontramos en las paradas del autobús local, las conocidas como "villavesas", en las que han colocado indicadores luminosos que anuncian cuanto tardará en llegar el próximo bus. Sin duda de gran utilidad, especialmente para los ansiosos, los que llegan tarde y los que van con la hora pegada al culo. Todo ello posible gracias al Gran Poder Supraterrenal, el comúnmente llamado GPS.
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