El sábado por la noche cenamos en el asador Llorente en Potes (recomendado por la Chacra), y a la mañana siguiente, domingo nos encaminamos a Fuente Dé.
Aunque la mañana estaba lluviosa y la visibilidad nula, igual nos montamos en el teleférico hacia el refugio. Arriba la lluvia era de nieve, y lo poco que se veía, impresionantementge bueno.
Una vez abajo emprendimos el regreso a Pamplona, previo almuerzo ligero, plato de quesos, rabas y sidra. Durante toda la vuelta tuvimos de campanera a la lluvia, que hoy martes aun continua jarreando. Si no fuera por ello, el norte no sería tan inmensamente verde. Gracias doña lluvia.
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