RELATO BREVE

Una tarde de sazón, se encontraban en el parque, Alegría, Tristeza y Satisfacción, y mientras contemplaban la puesta del sol, Alegría se sintió invadida por un estado placentero, y pensó en el amor, que habitualmente departía con los sentimientos aquellos encuentros en el centenario parque.
Era una costumbre entre ellos regalarse caricias, y en esta ocasión, Alegría entregó a Satisfacción un pequeño puente de plata, y en uno de sus muro una frase “La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación”
Tristeza se sintió conmovida, pues intuyó que podía también ella llevar consigo algún pensamiento que le permitiera enjugar las lagrimas que por momentos le impedían ver el crepúsculo. Alegría, intuyendo en los ojos de Tristeza ese requerimiento, saco de su alforja una medalla que le regaló, y en ella se leía, “Entre la felicidad y la tristeza solo media la satisfacción de un deseo”.
Mientras Alegría invadida por la melancolía cerraba sus ojos y la noche se hacia con el cielo, Satisfacción y Tristeza vieron que la felicidad que atesoraba su amiga Alegría se desvanecía, que aparecía y desaparecía cual destello de un faro en el mar, y tras una mirada de complicidad, acordaron regalar a Alegría una cerámica y en ella gravada esta frase “La felicidad cual voluble musa, inconstante es; no entristescas Alegría, que la felicidad tuya siempre será.”.
Alegría, Tristeza y Satisfacción sabían que la negación recurrente de un deseo niega la felicidad.
Alegría, Tristeza y Satisfacción dejaron el anochecido parque llevando consigo las jubilosas reflexiones de una brillante puesta de sol.