MUNDO YOGA (II)

Hoy les presento un ilustrativo y practico artículo publicado por YOGA journal sobre la respiración voluntaria, él que enseña algo tan vital como calmar la mente respirando y mucho más. No se lo pierdan.

Se ha demostrado durante miles de años que la atención en la respiración es una de las formas más básicas, populares y altamente efectivas de contribuir a calmara la ansiedad, el cansancio o la depresión, además de ser muy efectiva para meditar.
El primer paso es asumir la respiración como único objeto de atención: Centra tu atención en las sensaciones producidas cuando los pulmones se llenan y vacían de forma natural y sin interrupción. Puedes recoger estas sensaciones prestando atención a los orificios de la nariz, el pecho, o abdomen. A medida que madura tu práctica de respiración consciente, esta atención puede expandirse al resto del cuerpo.
Simplemente has de permitir que fluya la respiración, deja que surja y no la fuerces. Este arte de abandono es vital en la práctica meditativa. El flujo libre de la respiración viene acompañado de paz y tranquilidad y, por consiguiente, prepara la mente para volar libremente.
Cuando dirijas tu atención a la respiración, quizás descubras que la mente prefiere estar en cualquier otra parte menos allí. En esta técnica meditativa, la práctica consiste en volver una y otra vez a la respiración, aunque la mente se distraiga. Poco a poco, aprenderá a calmarse y a permanecer firme, apaciguada, tranquila.
La concentración en la respiración capacita a la mente para reunir todas sus energías dispersas, haciéndose más diáfana y clara. Cuando hayas pasado un tiempo centrándote en la respiración, aumenta el abanico de tu atención poco a poco, de forma que se haga más amplia. Con la atención anclada en la respiración, empieza a incluir todas las sensaciones del cuerpo -agradables, desagradable, neutras- y la amplia variedad de estados mentales que la acompañan. Familiarízate cada vez más con las emociones y el mismo proceso de pensamiento. Estás aprendiendo el arte de la auto observación mientras permaneces en contacto con la inspiración y espiración. Estás desarrollando la habilidad de ampliar y profundizar en tu capacidad para recibir tu propia experiencia con intimidad y sin sesgos. La respiración es como un buen amigo que te acompaña por el camino.
También puedes utilizar tu respiración para estar más presente en tus actividades diarias. Si te diriges a tu respiración de vez en cuando, realizarás mejor todas esas tareas. Al fin y al cabo, la respiración siempre está contigo, y puede ayudarte a evitar pensamientos limitantes e innecesarios que te alejen del aquí y del ahora. (Leer artículo completo)