Desde que gobierna la familia Kirchener el país, el 24 de
marzo es feriado nacional, Día de la
Memoria la Verdad y la Justicia. El día 24 de marzo del año 1976 se consumó la
revolución militar que derrocara al gobierno de Isabel Martinez de Perón, llamada
ampulosamente, “Proceso de Reorganización Nacional”.
Los antecedentes que dieron lugar al derrocamiento de “Isabelita”
hoy están desaparecidos de la memoria y en la misma línea, los orígenes en la
argentina de una guerrilla asesina que tenía por misión implantar la revolución
bolchevique y cubana en nuestro suelo. Tampoco está en la memoria que el 1 de junio de 1070 fue asesinado el General
Aramburu a manos de la banda armada Montoneros. Que el 21 de marzo de 1972 fue asesinado
luego de secuestrado, Oberdan Sallustro, director general de Fiat Concord, también
a manos de la banda armada Montoneros. Tampoco se recuerda el enfrentamiento
entre organizaciones terroristas peronistas que tuvo lugar el 20 de junio de
1973 en ocasión del regreso al país de
Juan Domingo Perón. Ni que el 25 de septiembre de 1973 se asesina a José Ignacio
Rucci, o que solo en 1974 hubo 21 tentativas de invasión y copamiento de
unidades militares, 466 ataques con bombas y explosivos en diversos objetivos,
16 asaltos con un botín cercano al millón de dólares, 117
secuestros y 110 asesinatos.
Es de justicia recordar que el golpe militar del 24 de
marzo de 1976 fue bien visto por la inmensa mayoría del pueblo que no comulgaba
ni con la guerrilla ni veía solución constitucional al desgobierno de la inepta
víctima que fue Isabel Martínez de Perón. También recordar que las FF.AA.
intervinieron en la lucha contra la subversión por disposición de tres Decretos
Presidenciales (1975 Luder) que ordeno aniquilar el accionar subversivo. Y también
recordar en honor de la verdad, la memoria y la justicia, que los gobiernos
militares entre 1976 y 1983 no solo violaron derechos, sino también la confianza que el pueblo argentino depositó en sus Fuerzas Armadas.
Memoria hay, pero selectiva. Justicia poca y de baja
calidad.
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