CONFESIÓN

Siento miedo. Mi vida no es lo que imaginé. Tampoco lo que cultivé. ¿O quizás sí?. Sea como sea, no me gusta mi vida.
Puede que mis opiniones sean relativas, y aquí valen todas las opiniones, pero como el que aquí escribe soy yo, me reflejo tal y como me siento y veo como transcurre mi vida.
Siento miedo al no ser feliz conmigo mismo, por no ser capaz de controlar mi vida, por no tener en mis manos las decisiones trascendentales que harán de mi….. un infeliz…. o un hombre feliz.
Siento miedo por no saber responder a la provocación que da la seguridad ajena; a sentir imponencia ante la arrogancia o a la provocación innata. No sé cómo responder al arte de la reprimenda. No es lo mío, me cuesta y en el intento tímido y vano, fracaso y me frustro.
Siento miedo por no ser como quisiera; un tipo seguro, no en mis principios que los tengo, sino en mis acciones; en la defensa de mis ideas y costumbres. Mi llanto es la evidencia de la impotencia; lloro porque siento que lo que pienso no se entiende, y la incomprensión invaden de lagrimas mis ojos. Nunca finjo. Nunca provoco o chantajeo. Siempre, para lo bueno y lo malo, me muestro como soy, un tipo melancólico y soñador, amante de mis amores, fiel a los sentimientos.
A quien le guste que me tome, y al que no….. que lo deje.