POR UNA NUEVA REPÚBLICA

POR UNA NUEVA REPÚBLICA
POR UNA NUEVA REPÚBLICA (ingresar haciendo click en la imagen)

jueves, 13 de diciembre de 2007

VIVIR AMANDO

Amar es una condición innata a la persona, la que difícilmente sea feliz sin amar y ser amado. Claro que no hay, “un amor”, sino diferentes condiciones de una misma virtud. Me referiré al amor romántico, sentimental o también, porqué no, fantástico, que es el que se cultiva y sin entrar en terrenos cenagosos, entre un hombre y una mujer.
Para los que ya hemos vivido algunos años, no es una novedad que el amor muta, pasa por distintas etapas. Al comienzo encontramos la etapa apasionada, a la que le devine la racional en la que se toman importantes dediciones, por ejemplo el matrimonio; luego llega la fase madura que se desarrolla durante la procreación y crianza de los hijos, para desembocar en el periodo indiferente. Evidentemente esta evolución del amor no es ajena a la evolución de la vida del hombre, al cumple-años de los mortales, pero si ambas situaciones evolucionan en armonía, la vida sentimental de una pareja tiende al óptimo.
Pero, ¿porqué el amor en un importante colectivo de parejas se agota prematuramente?. Más allá de otras consideraciones que las hay, desde el punto de vista que aquí trato, el deterioro surge cuando se aceleran los tiempos entre las etapas del amor, y llevados por el propio impulso de la vorágine cotidiana, pasamos etapas sin consolidar la anterior, incluso dudando; tremendo error.
Así, cuando en la plenitud de la vida nos encontramos inmersos en la etapa indiferente, difícil solución tiene el tema, y si la situación no se remedia, la frustración se apodera del contexto y la ruptura, una salida de emergencia.
Por ello parece lógico que en el amor, como en la vida, cada cosa a su tiempo y a cada tiempo su tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UTOPIAS

  Ninguna nación salió de las consecuencias de una catástrofe sin la asistencia internacional. En 2008 la crisis bancaria en USA llevo a la ...