Cuando nos referimos a las Obras Públicas, sin lugar a dudas
más allá de las soluciones de ingeniería civil, la ingeniería financiera juega
un rol extremadamente importante.
Haciendo un poco de historia, recordaré que al inicio de la Vialidad
Argentina, allá por la década del año 30, la financiación de las carreteras se
realizó mediante la creación de un “fondo
acumulativo e inviolable destinado a la construcción, indemnizaciones,
conservación y vigilancia de caminos afirmados”, que fuera ideado por el
entonces Inspector General del Ministerio de Obras Públicas, Ing. Enrique Humet,
que proveía el impuesto de 1ctv. por litro de nafta. Esta recaudación ingresaba
a las arcas estatales y como es un impuesto de fácil recaudación e imposible
evasión, el Estado se fue apropiando de esos recursos específicos dejando Vialidad
sin dineros. Esta forma novedosa para los años 30 de conformar el fondo vial
mediante un impuesto específico, hoy está muy depreciada por el mal uso por parte
de los gobiernos de los recursos específicos y el conjunto de impuestos que ya graban los combustibles.
La forma tradicional para el financiamiento de las obras públicas,
es que éstas se realicen con cargo a los Presupuestos Generales, aunque en
tiempos de escasez esta receta no cierra, máxime cunado la demanda de
infraestructuras es muy alta. Por lo tanto, hoy y siempre se deben buscar
fórmulas alternativas, las que en sí mismo originan amplios debates ideológicos
basados en la equidad.
Básicamente encontramos dos fórmulas de financiación
alternativas a los Presupuestos, a) mediante la toma de Deuda Pública por parte del
Estado o b) por el cobro de un canon, tarifa o peaje por el uso de la infraestructura.
En el en el primer caso, el costo se reparte entre todos los contribuyentes,
mientras que en el segundo solo pagan (financian) la obra quienes la utilizan, bien
sea en forma directa o indirectamente los consumidores en el caso del transporte.
Existe una forma mixta, poco empleada, que tuve la
oportunidad de conocer por trabajar en dos Autovías en la Comunidad Foral de
Navarra, que es el “Peaje en la Sombra”, que consiste en la asociación
público-privada, mediante la cual el Estado adjudica a una empresa privada la
construcción de una infraestructura y su mantenimiento, y por ello el Estado le
recompensa con un canon anual en función del uso (coches que pasan por kilómetro
en el caso de las autovías), lo cual permite afrontar inversiones sin recurrir
al endeudamiento.
Para entender cómo funcionan los diversos sistemas de
financiamiento, les dejo un informe en el cual se revisan diferentes obras financias bajo esta figura Cámara .