No es frecuente que en
entrevistas periodísticas se consulte a los candidatos sobre como financian sus
eternas campañas políticas, y aunque muchos podemos imaginamos…… sería bueno que lo
expliquen.
Debo decir que el dilema sobre el
financiamiento de la policía es universal, aunque en argentina y a la luz de
los resultados, en mi opinión, es más necesario su debate que en todas partes. Lamentablemente
aquí el financiamiento de las campañas despierta sospechas, incluso hay investigaciones
judiciales y denuncias públicas sin resultados significativos. Últimamente es el
tráfico de efedrina, antes la “valija de Antoni Wilson”, y desde siempre el cohecho planea sobre el tema.
Por ello y para despejar dudas
sobre quienes tienen la obligación hoy de hacer campaña, con el objetivo de mañana
gobernar, resulta imperioso que los candidatos demuestren que tienen las manos limpias,
y lleguen al gobierno sin compromisos con sectores, sanos o mafiosos, que
limiten la acción de gobierno.
La defensa de la República y la
administración y gobierno de la Nación la hemos delegado en los Partidos Políticos,
quienes deberían proponen a la ciudadanía sus mejores cuadros, y a ésta le toca
decidir entre las opciones. En todo ese proceso debe primar la razón y la
transparencia, y así como el voto secreto y universal perfeccionó la
democracia, la transparencia en los recursos partidarios y la organización
interna de éstos deben ser elementos indispensables de la vida partidaria, de forma tal de tender hacia una verdadera democracia.
Debemos tener presente que son
los Partidos Políticos las instituciones
pilares en los que se sostiene la República, y por lo tanto deben éstos resguardar
el libre ejercicio de los tres poderes, alejados de toda sospecha original.
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