Parece ser que el egoísmo es una condición necesaria, aunque no
suficiente, para que un político se convierta en candidato. Así como
la ambición también es condición necesaria, en este caso si la misma va
dirigida al interés general y nunca personal, ello constituye una condición
virtuosa, el egoísmo irracional es un defecto grave.
Cuando el egoísmo de los políticos opositores impide que un
pueblo se quede sin una elección útil que separe del poder a los gobernantes que
conoce y rechaza, muy difícil se le presenta la salida a ese pueblo.
En la Argentina, el sistema de gobierno que ha representado
el Peronismo, ha transitado todos los caminos doctrinarios, ello debido a que
el Peronismo es un movimiento en donde todo cabe; lo bueno y lo peor. Ahora
bien, todos los que han intentado derrotar al peronismo desde el anti peronismo
han fracasado, y por lo tanto parece ser que el popular refrán, “si no puedes con tu
enemigo alíate a él”, en este caso se aplica. En el presente, los K represente
lo peor, a la par que se pueden destacar buenos dirigentes peronista entre los
disidentes K.
En las elecciones legislativas de año 2013 estaba en juego
la reforma Constitucional para lograr la reelección de CFK, y esto se evitó
gracias al frente opositor que encabezó el peronista Sergio Massa en la
provincia de Buenos Aires, al que adhirió con entusiasmo y candidatos en su
lista el PRO. El resultado fue estruendoso y los intentos reformistas se
paralizaron, pero Sergio Massa se envalentono con el éxito y se creyó presidente
en el 2015, ignorando adrede que el triunfo no era solo personal sino de una
coalición más amplia, no solo de derecho sino también de hecho.
Con el tiempo la figura de Massa se fue desdibujando, los
trásfugas políticos iban de aquí para allá en la más impúdica carrera hacia
ningún lugar, mientras Macri aparénteme y según las poco confiables encuestas,
era capaz de disputar el poder con Scioli. A partir del año 2015 fue Macri
quien se creyó presidente en 2015 y cerro todas las puertas a cualquier reformulación
de la alianza con el Frente Renovador que en el 2013 que se había demostrado
exitosa. A partir de allí aquí nos encontramos, la oposición dividida y aunque sin
tener el éxito de su lado aun, el oficialismo más cerca de seguir gobernando.
Mientras el egoísmo político ha privado al pueblo optar por
un gobierno diferente, en las cabezas de Massa y Macri y solo en ellos,
descasara el horror que pueden significar cuatro años más de nepotismo, despotismo
y populismo, ya que ningún de los dos políticos tuvo la grandeza de dejar de pensar
si mismo y así traicionar a los conciudadanos que los apoyamos en 2013. Sabíamos
que los políticos mienten, también debemos saber que solo piensan en sí mismos,
mientras tanto seguiremos esperando al político altruista y con abnegación
republicana que confirme la regla.
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