¿Cuántos de los que habitan en
una villa hubiesen elegido ese ámbito y forma de vida libremente?
El asunto está en que quienes
habitan en una villa (inicialmente “miseria” luego “de emergencia”, hoy de miseria
permanente), en ningún caso tuvieron opción alguna de elegir su forma de vida; los
diversos gobiernos con su malformación ideológica los hacino y condeno a vivir allí.
En un país donde el estado en los últimos 80 años se adjudicó el porvenir de
cada uno de nosotros, no se puede culpar a nadie más que al estado populista y
paternalista que con su omnipotencia, considerara que esa forma de conducir al
pueblo era lo mejor para el pueblo.
En un país donde los gobiernos
disponen dictatorialmente, hoy igual que ayer, qué,
cómo y cuándo se hace o deja de hacer tal o cual cosa, una de las cosas que
decidieron, fue dejar desarrollar guetos en el “gran buenos aires”, originados
en la pobreza que imperiosamente crecía en el interior del territorio nacional.
Dado que en este país la industrialización es un tema del gobierno y la
creación de puestos de trabajo otro tanto (de lo contrario para que existen
ambos ministerios) es única y exclusivamente responsabilidad de los gobiernos no
haber contenido con fuentes de producción, la marea incesante de gente que se vino
y viene a buscarse la vida a la “capital”. Y desgraciadamente y sin solución, aquí malviven, dando lugar a una clase social denominada “villeros”; villeros que
NO eligieron ese destino, sino que fueron engañados y hacinados por los
gobernantes que ellos mismos vitorean. Trágico!
En un país donde al empresario se
lo putea y al capital se lo combate, resulta ser responsabilidad única del
gobierno dotar de capital de trabajo, fábricas e infraestructuras para que el
pueblo puede ejercer sus habilidades. Y aunque ya se sabe que ello es utópico,
los gobernantes argentinos en el último siglo han hecho de esta premisa una
cuestión de fe y de corrupción salvaje.
Y como una imagen habla por mil
palabras, ¿Qué imagen tenemos de Cuba, Haití, Corea el Norte, hoy Venezuela,
otrora la Alemania del Este, o la URRS?. Allí donde ha imperado el populismo y
el totalitarismo del estado, asola la miseria y la opresión, y si bien en el
mundo capitalista no es oro todo lo que brilla, la libertad y la justicia (sin
calificativo) son valores que se cultivan, al capital se lo acoge y al
empresario se lo premia, y las villas y villeros, historias asociadas con países
gobernados por populistas y demagogos como nuestros mandamases, con Perón como ejemplo
mundial del daño que puede llegar a hacer un embaucador a una potencial gran nación.
Quien mal anda, mal acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario