Que se puede esperar de un funcionario que ha realizado un Postgrado en Ciencias de la Administración en la Universidad de Belgrano; maestría en Economía y Ciencias Políticas en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade) lo mas hiper liberal de la tierra, y una maestría en Administración y Políticas Públicas en la Universidad de San Andrés. A decir por su currículo, tiene todas las posibilidades de ser un buen funcionario. Pues va a se que no!; la formación engaña.
La descripción corresponde al Jefe de gabinete, Jorge Capitanich, en quien debo decir, confié y por lo tanto le adjudique los 100 días que todo administrador merece antes de juzgarlo. Me sobraron 80, ya que en pocas semanas quemó toda posibilidad de ser el hombre que sacara al país del marasmo en que se encuentra.
Me da igual que sea por incapacidad, por impericia, porque no lo dejan o lo que fuere, lo cierto es que el fiasco y la desesperanza otra vez se hace carne en un país a la deriva, con el horizonte lejano y riego de zozobrar.
¿Cómo terminara esta vez este pandemónium recurrente en la escena nacional?
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