LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DEL MIEDO

Desde el punto de vista de la supervivencia, el miedo es cosa buena, pues puede ayudar a salvarnos en momentos de desesperación, ya que nos permite reaccionar con destreza ante el peligro. Pero el miedo desde el punto de vista psicológico genera angustia, y esto si que no es cosa buena.
Son muchos los motivos por los que podemos sentir miedo, pero me interesa analizar las consecuencias económicas del miedo, las que afloran cuando nuestros ingresos o patrimonio pueden estar en riesgo. En esto días en los que las bolsas del mundo se están pegando una castaña monumental, realmente se esta pasando mucho miedo, reflejando las cotizaciones que se vende por miedo y a cualquier precio.
Lo grave de que las bolsas se desplomen de esta forma es que mas allá de las perdidas reales o latentes, el EFECTO RIQUEZA se hace polvo, y cuando ello ocurre, el miedo lo primero que indica es prudencia; prudencia ante el gasto, y aquí, el consumo que ha sido la clave del crecimiento económico de la última década, es el primer damnificado. Aunque en principio no hubiese una motivación económica para su destrucción, la propia sensación de miedo generada por la perdida de patrimonio real o latente, ataca en la línea de flotación al consumo.
Por lo tanto, cunde el pánico, las bolsas se desploman y la economía se resiente o …...¿no será al revés?. Poco importa, el resultado es el mismo, de nada vale discutir el sexo de los Ángeles. Lo real es que el crecimiento económico desfallece………..y todos un poco mas escépticos.