Los fines de semana - y mi vida - desde que nos reencontramos con Lily, son definitivamente diferentes. El finde pasado visitamos, una vez más en este mes, La Rioja donde nos encontramos con Pepa y Chema, dos amigos. Fueron días perfectos, que se sucedieron entre la ruta del vino y la montaña. La Guardia, El Ciego y la sierra de Cameros como referentes de ambos territorios. La gastronomía genial. El clima perfecto. La armonía envidiable.
Y como en todo viaje, quienes allí estuvimos seguimos disfrutando con el regusto de las vivencias y los recuerdos que brotan de las imágenes depositadas en la retina, pero para los amigos que no estuvieron allí y que siempre nos recuerdan, van estas fotitos que les acercarán un poco a nuestra afortunada vida.