El rol municipal
Seguramente a nadie le sorprenda que clase de individuos son
aquellos que pretenden alzarse con la cosa pública, me refiero a los políticos.
Las consecuencias del poder que la ciudadanía da con su voto son inimaginables;
sin embargo, los votantes no son consciente de ello. Dicho esto, no debiera
sorprender lo que se está viendo en el FRENTE RENOVADOR, movimiento que despertara
no hace más de un año la expectativa del cambio que la sociedad reclama
mientras aquellos que ayer alababan a su líder, hoy le escapan cual si fuera un
apestado. Debo confesar que nunca he visto ni conocido tremendo acto de trasfuguismo
bidireccional político producido en tan corto tiempo
El FRENTE RENOVADOR se formó sobre la base de intendentes
exitosos, lo cual a priori era un buen punto de partida, ya que ellos mejor que
nadie conocen las necesidades sociales y económicas de la gente, de la
industria, la economía regional etc. Luego del triunfo en las parlamentarias de
octubre de 2013, parecía que la presidencia estaba cerca para Massa; hoy 18
meses después el desbande masivo de los socios de Massa ha dejado a este en
pelotas.
A todas luces las actitudes de los intendentes tranfugistas
son un caso patente de escandalosa apetencia personal y especulación electoral alejada de toda ética, actitud esta de los intendentes, consecuente con las formas
innatas del político, que son la obsesión por el poder y su conservación a cualquier
precio, ya que en caso contrario, no estaríamos hablando de un político.
Ahora bien, en el caso de los Intendentes ¿deben estos estar
comprometidos con la política ideológica nacional de turno o deben en cada
momento estar al lado del que gobierna para conseguir recursos para su pago
chico? Sin lugar a dudas esta es una cuestión que merece un amplio debate antes
de dar una respuesta apresurada.
El caso que explica lo que he expuesto lo tenemos en
intendentes como Eseverri en Olavarría o Posse en San Isidro; en ambos casos,
la sucesión ha sido de padre a hijo, también a ellos les cabe haber coqueteado
con el vecinalismo, el radicalismo, el menemismo, el kirchnerismo y en 2215 lo
que toque; también en ambos caso los dos municipios están bien administrados; con
todos los gobiernos nacionales, dada su cercanía y obsecuencia, consiguieron
recursos necesarios y por ello la gente los apoya y ese apoyo se cuenta ya por
décadas; lógicamente en ambos casos hasta ayer coquetearon con Massa, y hoy
como la balanza parece estar inclinada hacia otra dirección, ambos han saltado
del FR hacia dónde toque.
En la vereda opuesta encontramos al intendente del Malvinas,
Jesús Cariglino, también un renovador frustrado, el que lejos de casarse con
los gobiernos de turno, ha sido coherente con sus ideas, ha gestionado bien los
recursos y ha siendo fiel solo a sí mismo. Aquí cabría hablar de “cariglinsimo”,
ya que el hombre tiene genio y personalidad distintiva.
Sin duda todo lo expuesto sobre el rol municipal da para un
largo análisis racional y seguramente una amplia divergencia de ideas. Seguramente
es uno de los tantos debates aplazados.