Oigo decir que los amantes del vino serán condenados.
No hay verdades comprobadas, pero hay mentiras evidentes.
Si los amantes del vino y del amor se van al infierno,
Vacio debe estar el paraíso.
Rubabaiyat de Omar Khayyam
Enloquezco, más si cabe, cuando veo que aun y a pesar de las crisis argentinas (que nada tienen que que ver con las globales), bodegas como Finca Flichman continúan en la senda de hacer buenos vinos, a pesar de la bienvenida competencia.
¡Vivan los buenos vinos argentinos, aunque los tome de cuando en vez!
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