Italia, caótica y transgresora, calma el ímpetu de su gente con la música. La música es a Italia, como la mozzarella a la pizza, irremplazable. Aprendí a gustar de los intérpretes italianos en casa de un amigo, Tino, en donde se escuchaban las versiones originales de cantantes que nunca fueron populares entre nosotros, y que traía Susana desde Rappallo. Si ayer les contaba de Ornella, hoy no puedo dejar pasar sin subir un par de temas de Iva Zanicchi. He elegido Venecia sin ti y Fra noi, todo un poema.
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