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miércoles, 18 de octubre de 2017

LA TIERRA Y EL HOMBRE

En un reciente viaje a Ushuaia, visité el Museo del Fin de Mundo, donde se aloja un Centro de Interpretación de la Naturaleza. En él pude comprobar cómo se ha ido modificando la morfología de la zona, originada hace millones de años por el movimiento de las placas tectónicas, y recientemente, hace unos 10.000 años, por la desaparición de los glaciares que cubrían la zona. Mediantes las fotografías tomadas de la información del Centro, intentaré mostrar cómo se ha originado la actual topografía.

Resultará interesante ver como ha ocurrido el fenómeno geológico, teniendo en consideración que en la época en que ocurrió la desglaciación producto del aumento de la temperatura ambiente, no podemos hacer responsable de tal "daño" a la intervención del hombre, sencillamente porque no existía tal intervención. Tener presente que hoy un glaciar retrocede unos pocos metros y suenan todas las alarmas.


En la fotografía podernos ver como estaba la cordillera cubierta por un glaciar que daba continuidad a todo el continente en su parte austral.


El glaciar comienza su retroceso hace unos 10.000 años, nada en comparación con la antigüedad de la tierra. 


En la explicación anterior es de suma importancia para interpretar que el discurso ambientalista respecto de la intervención del hombre sobre la tierra y sus consecuencias: el clima cambia, es dinámico y es cíclico y natural, por lo tanto independiente de la voluntad del hombre. 
Sí resulta de toda lógica que en un centro público se eduque y por lo tanto se recalque que no se debe CONTAMINAR NI AGOTAR RECURSOS, considerando que todo uso indiscriminado de un recurso, cualquiera sea éste, es un atentado no contra la vida, sino contra el procedimiento racional.


En la gráfica anterior vemos cómo ha ido cambiando la temperatura a lo largo de los cinco millones de años, pudiendo observar dos cosas, sus extremas variaciones, y que hace cuatro millones teníamos un nivel de temperatura superior al del cuaternario. 
No obstante como la gráfica indica, los verdaderamente importante está en no usar la percepción emocional y adquirir chuscamente el discurso "ecologista" que sin dudas reporta un gran negocio para sus promotores, en lugar de interpretar científicamente que es lo que está pasando en la tierra desde sus orígenes.


El retiro del glaciar fue dando lugar a valles que posteriormente se inundaron con el crecimiento del agua de los dos océanos, dando lugar a la topografía actual. Allí se produce el carácter insular de la Tierra del Fuego, al formarse el Estrecho de Magallanes, así como el canal de Beagle entre centenares de accidentes geográficos.

El mapa muestra la conformación que hoy tiene la zona, con los valles glaciares navegables cubiertos por el crecimiento de las aguas marítimas.
Para finalizar, quisiera que se tuvieran en cuenta los procesos de transformación de la tierra desde dos puntos de vista: uno, el que verdaderamente importa y es el que se apoya en el campo científico que observa cómo va evolucionando la tierra producto de su vida afortunadamente convulsa, y dos el que se nos pretenden vender desde la hipocresía ecologista que procura achacar las catástrofes naturales a procesos relacionados con la intervención del hombre sobre la tierra.
Sé que en todo orden de la vida hay que ser precavidos y cuidadosos, no tirar basura al suelo o cruzar las calles por las esquinas forma parte de ello, pero no seamos necios y no compremos la arenga ambientalista como si de la sagrada escritura se tratara, máxime cuando luego vivimos como pijoprogre o progreconsumista, disfrutando, como debe ser por otra parte, confortablemente de la vida, bien calefaccionados en invierno y que no falte el aire acondicionado en verano claro, moviéndonos  en coche y por si fuera poco con aire climatizado, viajamos en avión o consumiendo todo tipo de objetos fabricados con productos derivados del petróleo, y luego, así como si tal cosa, agredimos al capital que nos proporciona con sus industrias el trabajo con el cual podemos consumir lo productos que la industria fabrica y mejorar nuestra calidad de vida.
Y por último no temamos por la vida de la tierra que ella solita sabe cómo es su evolución y sí preocupémonos por los desastres que despliega el hombre. La contaminación del aire no agrede a la tierra y sí a nuestros pulmones, igualito a cuando fumamos. Y ni que decir cuando, supuestamente en defensa de nuestra vida, nos pretende salvar de lo que consideran el “desbastador capitalismo” llevándonos a convencer que son las ideas de izquierdas las que nos salvaran de todos los males, incluso ecológicos, callando miserablemente que allí donde se aplicaron sus teorías se cargaron "solamente" por disentir, más de 100 millones de vida humanas. Es ahí donde radica el verdadero desastre de la humanidad, y no en el cambio climático adjudicado al sacrílego capitalismo consumista.


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