Cualquier muerte es una adversidad que trae dolor a la familia, amigos y generalmente,
a muy pocos mas. Bien cierto es que hay diferentes muertes, las naturales, trágicas
como por ejemplo atropellados por un coche en la calle o las que se producen
cuando se está presente en un hecho delictivo que siempre entraña riesgos. En
esta última circunstancia encontró la muerte Maldonado, no sabemos aun como,
pero si sabemos que resulta de su presencia en el lugar de los hechos.
Vaya uno a saber porque un artesano como Maldonado estaba junto a los
terroristas RAM cometiendo un delito al cortar una ruta, en defensa de otro
delito, como lo es ocupar tierras de propiedad privada, y por si fuera poco, en
su mochila no llevaba un crucifijo, sino una cachiporra. Si Maldonado hubiese
estado haciendo su trabajo de artesano, hoy estaría vivo.
Esta muerte de no haber sido manipulada por la izquierda infecta del CELS,
los malnacidos que lucran con los Derechos Humanos, sectores kirchneristas y más
sátrapas oportunistas en épocas de elecciones, no hubiese pasado de ser una noticia
que debiera haber dejado de serlo en poco tiempo, sin embrago, se ha convertido
en un tema político de alto voltaje.
Si la derecha no reacciona a tiempo, deja su complejo de lado y enfrenta ideologicamente a la izquierda y a los falsos defensores de los derechos humanos estamos perdidos. En otros casos, por otros motivos o por lo que sea, la izquierda utilizara como elemento de confrontación y victimización cada vez que el Estada ejerza la obligación que tiene de garantizar el orden, aun utilizando si corresponde la fuerza, y así, una y
otra vez nos ganaran la partida y como siempre, la gente de bien padecer ante
el chantaje. Estamos hartos de encapuchados con palos y molotov avanzando mientras las fuerzas del orden retroceden. Basta ya de concesiones a los delincuentes y terroristas.
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